18 de noviembre de 2011

Dia 8 - Shanghai

Al día siguiente volvimos por la misma zona puesto que no habíamos terminado de verla en su totalidad. Decidimos comenzar dando un paseo por el paredón junto al río del Bund y cruzamos The Ancient City Park hasta llegar a los Jardines de Yuyuan (豫园).
Es uno de los mas espléndidos jardines. Su dueño tardó veinte años en construir sus dos hectáreas de tamaño con el objetivo de que su padre, de edad avanzada, pudiera pasear por ellos. Está dividida en seis áreas, en las que podemos encontrar rocas, cuevas, pabellones, torres, piscinas, puentes y una gran variedad de vegetación.

Sufrieron un gran deterioro debido a distintas ocupaciones de la armada británica o las tropas imperiales japonesas.
Literalmente te pierdes por puentes y caminos que te van llevando de una zona a otra, y resulta curioso la paz que se respira en este jardín ubicado en el corazón de la ciudad y en una de las zonas mas transitadas.
Los jardines están conectados con el Templo del Dios de la Ciudad (城隍庙) y junto a las calles adyacentes forman uno de las zonas peatonales mas apreciadas de la ciudad, llenas de tiendas y restaurantes.
El templo está dedicado a tres dioses: Huo Guang, Dios de la Ciudad de la Dinastía Yuan, fue un famoso canciller.

Qin Yubo fue nombrado Dios de la Ciudad en la Dinastía Ming.

Y por último Chen Huacheng fue el general encargado de la defensa de la ciudad de Shanghai en la Primera Guerra del Opio de la Dinastía Qing.
Hoy en día podemos ver a los ciudadanos acudir a este lugar para rezar por la paz y la buena fortuna.


El paseo continuó hasta la People's Square (人民廣場), que era el lugar donde estaba emplazado el hipódromo antes de que los comunistas lo prohibieran. A su alrededor residen algunos edificios relevantes de la ciudad como el Museo de Shanghai (上海博物馆), el Centro de Exposiciones Urbanísticas de Shanghai (上海城市规划展览馆), el Gobierno Municipal de Shanghai, el nuevo Gran Teatro de la ciudad (上海大剧院) o el Park Hotel. 
Además, el parque es utilizado como punto de referencia estándar para la medición de la distancia en el municipio de Shanghai.

De esta zona no mantengo apenas fotos puesto que tuvimos un incidente relacionado con la cámara de fotos que contaré otro día.


A estas alturas del viaje ya nos habíamos convencido de que en este país el nivel de ingles de la gente es igual o inferior al de España, es decir, prácticamente nadie habla ingles. Y es algo raro en los países medianamente importantes del lejano oriente ya que lo necesitan para poder comunicarse con el resto del mundo que no suelen conocer sus idiomas.
Así que nos extrañó cuando una chica joven nos saludó mientras paseábamos por el parque. Tras la primera reacción de sorpresa respondimos amablemente al saludo esperando que todo quedara ahí, pero la chica comenzó a preguntarnos si éramos turistas, de donde veníamos y demás información sobre nosotros y nuestro viaje. La chica iba acompañada de otros dos chicos jóvenes y por lo que nos contaron mas tarde eran estudiantes de la universidad y no tenían mas de veinticinco años. Creo que no pasaron mas de cinco minutos de conversación cuando nos invitó a acompañarlos a presenciar una ceremonia del té, ritual con mucho significado en los países de Japón, Korea y China. Mi experiencia con la gente del mundo asiático siempre ha sido maravillosa, así que no lo dude y aceptamos de buen grado.
El lugar estaba cerca y fuimos caminando. Durante el trayecto nos contaron que los tres venían del mismo pueblo, los dos chicos estudiaban en la universidad de Shanghai y ella estaba haciendo prácticas en una empresa de comercio exterior la cual le pagaba el alojamiento y la manutención (algo impensable en nuestro país). Otra cosa que me contó y no esperaba es que no todo el país es tan religioso como yo había conocido por el sudeste asiático, y que en el norte la gente no es muy creyente.
Nos adentramos en una pequeña galería comercial y en la primera planta entramos en uno de los establecimientos. La habitación era pequeña, con cinco taburetes y una mesa de madera muy decorada. Obviamente la presentación se realizaba en chino, así que nuestra nueva amiga nos iba traduciendo amablemente.
Esta ceremonia está compuesta por todo un conjunto de rituales, instrumentos y gestos llenos de simbolismos además de ser usado en la medicina tradicional china.
Siempre he dicho que no me gusta el té, pero en esta ocasión me los tomé todos y me parecieron riquísimos. Me encantó la experiencia. Si no hubiera sido por esta gente nunca lo hubiéramos presenciado o habría sido en algún lugar turístico. Fue muy auténtico y es lo que me gusta de estos viajes, acercarme lo máximo posible a su forma de vida para conocerlos realmente.
A la salida les contamos que los próximos dos días queríamos ir en tren a visitar unos pueblos fuera de la ciudad, y amablemente se ofrecieron a acompañarnos a una taquilla en Nanjin Road, que yo desconocía, y ayudarnos a comprar los billetes. Cada tren salía de una estación distinta de la ciudad y algo alejadas. El día anterior me había acercado a una de ellas. Estuve un buen rato intentando comprarlos en la máquina expendedora hasta que un amable joven chino me explicó con gestos que necesitaba un DNI local para poder usarla, después ante la falta de entendimiento con el taquillero me tuve que volver con las manos vacías. Así que agradecimos enormemente este gesto y nos despedimos de nuestros amigos shanghaineses.


Ya por la noche decidimos cruzar bajo el río, por el Tunel del Bund, y acercamos al distrito de Pudong (浦东). Originalmente esta zona era principalmente tierras de cultivo con almacenes y muelles cercanos a la costa, hoy en día cuenta con el edificio mas alto del país y un precioso skyline compuesto por tres edificios principales:
El que aparece en todas las postales es la Oriental Pearl Tower (东方明珠塔) y con una altura de 468 metros actúa de antena de televisión.
En mi opinión el mas bonito es el Jin Mao Tower (金茂大厦) con su arquitectura tradicional china en forma de pagoda escalonada. Me recordó mucho a las Torres Petronas que visite en Kuala Lumpur.
Por último subimos al observatorio mas alto del mundo en el Shanghai World Financial Center (上海环球金融中心). También es llamado el abrelatas debido a la apertura de forma trapezoidal que hay en la parte mas alta.  En su origen esta apertura era circular ya que en la mitología china el cielo es representado de esta forma, pero como algunos inversores eran japoneses hubieron muchas protestas pensando que ese diseño se asemejaría mucho a la bandera del país vecino. El observatorio se posa sobre la parte alta de la apertura y parte del suelo es transparente lo que le da unas vistas impresionantes.

Repetimos la grata experiencia de Beijing y fuimos a cenar a un teppanyaki en las primeras plantas del edificio. Luego fuimos a descansar porque nos esperaban dos duros días por las afueras de la ciudad.

1 de noviembre de 2011

Dia 7 - Shanghai

Cuando descorrí las cortinas de la habitación no encontré un cielo despejado como yo esperaba para comenzar aquel día, pero eso era lo de menos. Comenzábamos la visita a la gran ciudad de Shanghai.

Caminando desde el hotel llegamos en unos diez minutos a The Bund (外滩). Fue la zona de la ciudad donde se asentaron los extranjeros que llegaban a la ciudad buscando prósperos negocios.
A lo largo de su paseo, y en el lado oeste del río Hangpu, se pueden encontrar decenas de edificios emblemáticos: oficinas de intercambio, embajadas, consulados, oficinas de periódicos y bancos que encontraban aquí un emplazamiento ideal justo en el lugar donde atracaban los barcos llenos de mercancías procedentes de todas partes del mundo. Los edificios eran encargados a arquitectos procedentes de diversos países, de los cuales predominaban Estados Unidos, Francia, Inglaterra y China, por lo que se puede apreciar una gran variedad de estilos arquitectónicos en ellos: Gótico, Barroco, Renacimiento, Art Deco, ...

Los más emblemáticos son el edificio del HSBC (The Hong Kong and Shanghai Banking Corporation), la Casa de Aduanas y el Hotel Palace.

Hoy en día se puede apreciar desde aquí uno de los símbolos de la ciudad, el Edifcio de la Perla de Oriente (东方明珠塔), que se encuentra al otro lado del río en el distrito de Pudong (浦東). A su derecha destacan otra pareja de edificios: la Jin Mao Tower y justo detrás el World Financial Center que es hasta el momento el mas alto de la ciudad.

Una visita al interesante Museo Histórico del Bund (外滩历史纪念馆), que se encuentra bajo el paseo, nos protegió de la lluvia que empezó a caer con fuerza, aunque por suerte no duró mucho.

Estuvimos largo rato caminando por el paseo junto al río y disfrutando de las preciosas vistas que se tienen desde este lugar. A este lado del río esta representado en sus edificios los prósperos inicios de una ciudad antes dedicada a la pesca. Y al otro lado imponentes y modernos rascacielos de uno de los centros financieros mas importantes a nivel mundial.

Decidimos continuar con la historia antigua y acercarnos al Templo de Confucio (上海文庙). La filosofía de este pensador chino hacía hincapié en la moralidad social y gubernamental, la justicia y la sinceridad. Abogaba por una fuerte lealtad familiar, en el que los ancianos eran respetados por sus hijos y la familia como base para un gobierno ideal. Suya es la frase de No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti mismo. Estos valores ganaron en importancia sobre otras doctrinas como el Taoísmo de tal manera que a menudo es seguida como una religión por los propios chinos.


El templo de la ciudad de Shanghai fue construido como homenaje a Confucio. Es similar al que reside en su ciudad natal Qufu, pero no son lo únicos, ya que los hay repartidos por varios países como Japón, Korea o Vietnam el cual ya visité en mayo del 2008. Se convirtió en la mas prestigiosa escuela del país, y al mismo tiempo hacía las veces de templo


De camino de vuelta nos encontramos sin esperarlo con la Calle Antigua de Shanghai. No estaba en nuestro itinerario, pero fue una suerte encontrarlo.
Está localizado en la zona de Yuyuan y es un lugar ideal para descubrir como era esta ciudad en tiempos antiguos. Se dice que en este lugar se encontraba la antigua puerta del Este de entrada a la ciudad.

Ha sido testigo del desarrollo de la ciudad y nada mas entrar en ella te viene a la vista el bullicio de los mercados de la vieja Shanghai de hace un siglo. Hoy en día es un importante centro de compras, entretenimiento y cultura para turistas.

 La arquitectura está muy bien preservada y su decoración recuerda a las viviendas de las viejas dinastías Ming y Qing


En el centro encontramos una de las zonas mas concurridas, el Puente ZigZag o Nine Turn Bridge. Cruza el lago Huxingtang y tiene esa forma ya que se cree que los malos espíritus tienen problemas con las esquinas y las curvas, por lo que  les resultaría difícil cruzar el puente y de esta forma lkasdlj queda protegida.

Nos volvimos al hotel con un muy buen sabor de boca, puesto que esta zona me ha encantado, su arquitectura es preciosa, de noche está muy iluminada y tiene un aspecto diferente al que se puede apreciar durante el día, y además está muy animado tanto de occidentales como de locales.

17 de octubre de 2011

Dia 6 - De Beijing a Shanghai

Llego el momento de despedirnos de esta preciosa ciudad monumental con un poco de pena y con la sensación de que la ciudad merece algunos días mas, puesto que no hemos podido visitar todo lo que teníamos programado.
Como he dicho la ciudad de Beijing, capital de la Republica Popular China, me ha sorprendido en muchos aspectos. Está repleta de monumentos y edificios de gran valor histórico y arquitectónico, muchos mas bellos de lo que podía imaginar. Especial mención haré a la Ciudad Prohibida, el Palacio de Verano y la Gran Muralla China que me han impresionado, sin desmerecer ni una sola esquina del resto de la ciudad que he visto.
Por las amplias y largas avenidas que cruzan la ciudad circulan a diario miles de vehículos, coches, autobuses eléctricos, motos y bicicletas que la tecnología a hecho que evolucionen y ahora monten un pequeño motor eléctrico. El tráfico es un auténtico caos, al igual que en todo el sudeste asiático, en el que las normas de circulación y preferencia no se cumplen, pero por el contrario rige una serie de normas no escritas, que todos conocen y respetan, que hace que todo fluya sin incidentes.




Llegamos a Shanghai (上海) sin ningún incidente, y nada mas empezar a entrar en la ciudad comprendimos la gran diferencia que hay con la capital.

Esta es la ciudad con mayor población del mundo con casi 18 millones de habitantes, y hoy en día un centro financiero de referencia a nivel mundial.
Comenzó a ser importante en el siglo XIX gracias a su situación geográfica y por ende la de su puerto marítimo, hoy en día es el que mayor tráfico de mercancías tiene en el mundo. Por este motivo comenzaron a hacerse grandes negocios extranjeros que propiciaron la inmigración de una gran cantidad de empresarios, en su mayoría americanos, franceses e ingleses, que con el paso del tiempo crearían sus propios bancos. Llegó a ser el centro financiero mas importante del lejano Este.

El rio Huangpu (黃浦江) divide la ciudad en dos mitades, al Oeste la parte histórica y al Este el distrito financieron llamado Pudong (浦東).

Una vez dejamos todos nuestros bultos en la habitación del hotel estábamos deseando comenzar a descubrir esta nueva ciudad. A cinco minutos del hotel teníamos Nanjing Road (南京路), la principal calle de compras de la ciudad. Está repleta de tiendas de moda y restaurantes de estilo occidental, tiendas de tecnología y por sus calles se respira un ambiente muy cosmopolita.


De repente empezamos a escuchar música a lo lejos, cuando estábamos lo suficientemente cerca nos dimos cuenta que en una terraza había una persona tocando el saxo, pero mas sorprendente fue ver frente a el unas tres parejas bailando con un gran número de espectadores a su alrededor.


El día se pasó volando y enseguida tuvimos que volver al hotel para descansar y empezar a patear al día siguiente.

23 de septiembre de 2011

Dia 5 - Beijing

Hemos llegado al último día de turismo en la capital China, y decidimos comenzar por uno de los mas grandes, importantes y sagrados monasterios Budistas Tibetanos del mundo, el Templo de los Lamas o Yonghe Temple (雍和宮). Efectivamente es ambas cosas, templo y monasterio. Comenzó a construirse en la dinastía Qing y era la residencia de la corte de los eunucos. Después se convirtió en la vivienda del Emperador Yongzheng y regaló la mitad a un lama perteneciente a la Secta Amarilla, llamada así por el color de sus vestidos.
El recinto está compuesto por un gran número de pabellones y salas que combinan varios estilos arquitectónicos como el Han, el Manchu, el Mongol y el Tibetano. De entre todos destaca el Pabellón Wanfu. Desde el exterior se aprecia una construcción de tres plantas, sin embargo su interior es íntegro sin pisos para dar cabida a una escultura del buda Maitreya de 26 metros de altura y 100 toneladas. Es la mayor escultura hecha en tronco de árbol del mundo y una placa garantizaba su inclusión en el libro Guiness de los Records.
Cientos de personas se acercan a diario a rezar y dejar sus ofrendas como dictan las costumbres budistas.

A continuación nos dirigimos hacia la Torre del Tambor y la Torre de la Campana. Fuimos en metro, y la parada no se encuentra justo al lado, sino que hay que andar unos diez minutos, pero nos sirvió para ver como son los barrios del centro turístico.
La Torre del Tambor (鼓楼) tiene casi 47 metro de altura y solía contener 25 tambores guardianes, uno de ellos representaba un año completo mientras que el resto lo hacían de los veinticuatro periodos solares, pero en la actualidad solo queda uno.
 En su interior había un artefacto que me llamó la atención, se llama Bronze Kelou, y era utilizado para medir el tiempo inundando con agua tres pequeños recipientes hasta llegar a un último mas grande. En un lado se encuentra instalado el Dios de los Platillos, de tal manera que cada cuarto de hora los platillos son golpeados ocho veces. Además en el último recipiente se instalaba una de las 24 tablas con el que se podía seguir el periodo solar en el que se encontraban.

La Torre de la Campana (钟楼) alberga una campana de bronce que es la mas grande y pesada de toda China con 63 toneladas y siete metros de altura.

Ambas torres juntas forman un sistema con el que se anunciaban las horas en las dinastías Yuan, Ming y Qing, pero también eran utilizadas para anunciar ataques enemigos o la apertura y cierre de las puertas de la ciudad.

Después de subir y bajar por las enormes escaleras hasta lo alto de ambas torres estábamos cansados y no podíamos esperar a llegar a Tailandia, así que nos tomamos un merecido descanso dándonos un masaje en el
Oriental Taipan Massage & Spa. Nos dimos uno relajante de aceite y contrariamente a lo que esperaba fue muy similar a los que me daba en Tailandia. El local era muy tranquilo y bonito, estaba bien decorado y los dependientes hablaban en perfecto ingles, así que la diferencia de precio se noto en la factura, pero mereció la pena.

Con energías renovadas nos dirigimos hacia el último punto del día. El tiempo se nos volvió a echar encima, y es que no terminábamos de adaptarnos al horario y las tardes se nos hacían demasiado cortas.
En la calle de la caligrafía (琉璃厂) se encuentran los mejores establecimientos dedicados a la escritura china. Hay multitud de ellos y es habitual encontrarse con alguna persona demostrando su habilidad en el suelo


Volvimos a cenar a The Village, y la comida fue fantástica, pero ninguna cena en este país superaría la de la noche anterior. Cuando llegamos al hotel preparamos las maletas para partir al día siguiente.

15 de septiembre de 2011

Dia 4 - Beijing - Palacio de Verano

La nube seguía sobre el cielo de la capital y caían algunas gotoas cuando comenzamos el nuevo día. Por un lado nos protegía de los fuertes rayos del sol, pero por otro nos impedía disfrutar de algunas maravillosas vistas, como nos ocurrió este día.

Nos acercamos con el metro hasta la parada de Bagou. Según habíamos visto en el mapa luego tendríamos que andar un poco, algo razonable, en dirección al rio. Pero no resultó ser así.
Primero no conseguimos orientarnos bien con el mapa y no sabíamos si seguir el camino hacia la izquierda o hacia la derecha, así que decidimos preguntar pero no nos sirvió de mucho. A cada persona le entendíamos cosas distintas con sus palabras y sus gestos. Vimos  otra pareja que parecía en la misma situación, puesto que al salir del metro fueron en una dirección y mas tarde volvieron sobre sus pasos en dirección contraria. Hablamos con ellos y finalmente optamos por coger un taxi los cuatro. Y menos mal! porque a ojo calculo que andando hubiéramos tardado mas de media hora en llegar.

En 1856 estallo la Segunda Guerra del Opio que enfrento a una alianza compuesta por el Reino Unido y Francia contra China, que en ese momento vivía bajo la Dinastía Quing. Cuatro años mas tarde la alianza anglo-francesa invadio Pekin y ocuparon, saquearon y quemaron el Palacio de Verano y el Templo del Cielo.
Es indignante y frustrante pensar que tales obras de arte hayan podido ser dañadas por unos barbaros, pero por suerte hoy en día se puede apreciar casi como en sus inicios.

Por fin llegamos al Palacio de Verano (頤和園). Consiste en un gran complejo que combina muchos elementos del arte chino como pabellones, jardines, lagos, estanques, puentes, torres, estatuas, etc. Construido en 1750 y restaurado y ampliado en 1866 por la Emperatriz Cixí con fondos destinados a la Marina Imperial,  se convirtió en su lugar de residencia veraniega.
Está principalmente dominado por la Colina de la Longevidad y por el Lago Kunming. La colina tiene una gran cantidad de puntos de interés pero el que mas destaca es el Templo de la Inmensa Gratitud y Longevidad

 La Torre de la Fragancia de Buda constituye el centro del paisaje del palacio.

El Pabellón de Bronce Baoyun era usado por los Emperadores para los rezos, y todos sus componentes como vigas, pilares, baldosas, etc fueron fundidas en bronce mediante las técnicas tradicionales.

El Mar del Templo de la Sabiduría estaba decorado en su interior con 1.110 estatuas de Buda
Los alrededores del lago tienen tantos puntos de interés como la colina.
El Barco de Mármol recuerda a la gente que el dinero utilizado para la reconstrucción del palacio estaba destinado a la Marina Imperial, y era el lugar elegido por la Emperatríz para la celebración de fiestas.

El puente de los 17 arcos que conecta con la isla Nanhu Dao

El Pabellón de las Ocho Dimensiones, por su forma octaédrica, desde donde se podía ver a través de sus lados toda la extensión del terreno.

El número de salas, puentes, jardines, edificios, caminos, escaleras y corredores forman un auténtico laberinto por el que puedes perderte y llegar a zonas realmente bellas y tranquilas. Es ese tipo de lugares en los que puedes ir de vez en cuando simplemente a pasear y disfrutar detenidamente, y cada vez vuelves con la sensación de haber descubierto algo nuevo. Por desgracia nuestra estancia solo nos permitió ver lo esencial.

Antes de salir del recinto nos paramos en uno de los locales que hay para comer, y yo me pedí  unos noodles con ternera y tomate al estilo tradicional por menos de 20¥.
Salimos del palacio por la misma puerta por la que habíamos entrado con intención de volver a la parada de metro a la que habíamos llegado, pero nos encontramos con algo con lo que vivía contínuamente en Tailandia y no esperaba encontrame aqui también: los taxistas. En cuanto salimos por la puerta unos cuantos se acercaron y se ofrecían a llevarnos, pero seguimos adelante rechazandolos hasta llegar a la orilla de la carretera. Normalmente los primeros que se acercan suelen ser los mas pillos y los que querrán negociar contigo la carrera y vete a saber si te darán un paseo por la ciudad sin que lo sepas, en ocasiones incluso son taxis sin licencia. Empezo entonces la batalla ya conocida. Yo preguntaba directamente si nos ponían el taximetro (nunca negocio con un taxista porque se que siempre voy a perder, y si tienen taxímetros no veo porque hay que negociar nada), y ellos sin responderme me preguntaban donde iba, y a continuación se volvía a repetir la situación al menos un par de veces. Ellos al final contestaban afirmativamente, y una vez que les enseñabas tu destino te daban su tarifa hasta el lugar, que por supuesto rechazaba y acto seguido me dirigía al siguiente. Al final, y con algún mosqueo por su parte por no querer ceder a su chantaje, nos marchamos de la zona andando con la esperanza de encontrar otro medio de volver. Por suerte al poco tiempo de andar paramos otro taxi que circulaba por la avenida y acepto de buen grado llevarnos.

Siguiente parada: Templo del Cielo (天坛). Es un complejo rodeado de preciosos y extensos jardines que pertenece a la religión Taoísta en el cual los Emperadores, que eran considerados Hijos del Cielo y administraban los recursos terrenales, acudían una vez al año a celebrar ceremonias en las que rezaban y pedian al Cielo una buena temporada de cosechas. Fue mandado construir por el Emperador Yongle, responsable de la construcción de la Ciudad Prohibida.
Sus construcciones mas importantes son:
  • Hall of Prayer for Good Harvests. Lugar donde se realizaban las oraciones. Está completamente construido en madera y no se utilizaron clavos en su construcción.





















  • Imperial Vault of Heaven. Similar al anterior, pero de una sola altura y rodeado por una pared circular que según dicen puede transmitir soniod a largas distancias. En el centro se encuentra el santuario donde reside la lapida del Dios del Cielo

  • Y el Circular Mound Altar formado por una plataforma de tres alturas y que debido a su diseño el sonido del rezo se reflejaba por sus barandas creando una resonancia que ayudaba a comunicarse con el Cielo. 
     Desgraciadamente nos entretuvimos mas de la cuenta en el Palacio de Verano y nos cerraron el Altar antes de que pudiéramos llegar al Altar, así que caminamos de vuelta hasta la entrada. Para que os hagais una idea tardamos mas de veinte minutos, y por el camino nos encontramos a personas mayores practicando ejercicios de estiramiento en soledad en zonas algo mas retiradas y tranquilas alejadas de los turistas. Algunos eran capaces de levantar una pierna casi a la altura de la cabeza y apoyado sobre un arbol mantenerse unos minutos. Sorprende lo en forma que se encuentran estas personas cuando los ves subir cuestas o escaleras a esas edades y sin mucho mayor esfuerzo que el nuestro.

    Por la noche encontramos lo que no hicimos la noche anterior, y fue de casualidad. En el hotel pedimos que nos recomendaran alguna zona para ir a cenar que tuviera un poco de todo, y esta vez con la dirección bien escrita el taxi nos llevo a la primera. No sabíamos exactamente donde íbamos, y no nos esperábamos una zona de repleta de restaurantes y bares en varias plantas al mas puro estiro moderno pero a lo asiático. El lugar se llama Sanlitun Village. Nos pusimos a ver el índice y voilá! allí estaba el ansioso Tairyo Teppanyaki. No hubieron dudas y entramos. Quizás haya sido la noche que mejor hayamos cenado. El luegar era precioso y la comida excepcional. Se notaba además porque estaba lleno de occidentales que en su mayoría supuse que eran expatriados porque compartían mesa con orientales.
    Una lástima no haber descubierto el lugar un poco antes.

    29 de agosto de 2011

    Dia 3 - Beijing - Ciudad Prohibida

    Este día me hacía mucha ilusión, porque era el primero en pasarlo completo en la ciudad e iba a poder empezar a hacerme una idea sobre este país, su cultura y su gente.

    Llegamos con el metro a la Plaza de Tiananmen (天安門廣場). Nada mas salir me sorprendió el enorme tráfico que pasaba por una calle de doble sentido y con seis carriles en cada uno de ellos que separa la plaza con la Ciudad Prohibida (紫禁城). Supongo que en unos años se darán cuenta de lo que supone eso para los monumentos y se plantearán cortar el tráfico o restringirlo como ya ocurre en Europa. Cruzamos la gran avenida de Chang'an por un subterráneo para dirigirnos hacia la plaza, y lo siguiente que me sorprendió fue tener que pasar por una garita de seguridad con un detector de metales y un escaner para los bolsos como si de un aeropuerto se tratara. Y es que es la segunda plaza mas grande del mundo y es enorme el número de turistas que se concentran allí. Aquí se celebran los desfiles militares y grandes espectáculos, pero es mayormente conocida por las protestas civiles y la posterior masacre que se produjo en ella en 1989 en la que murieron un número indeterminado de personas, puesto que las distintas fuentes no se ponen de acuerdo. De aquí se extrajo la famosa foto en la que una sola persona impide el avance de los tanques militares que fueron sacados para reprimir dichas protestas.

    La plaza también acoge algunos monumentos:
    • El Mausoleo de Mao Zedong (毛主席纪念堂). El fundador de la Republica Popular de China se encuentra aquí embalsamado. Hay una gran cola para entrar al recinto. Nosotros decidimos dejarlo.

    • El Monumento a los Héroes del Pueblo (人民英雄纪念碑)fue construido en mármol para homenajear a aquellos que lucharon en la guerra contra los japonenses y el resto de enemigos por su independencia y libertad.

    • La Puerta de Zhengyangmen (前門)era la entrada sur a la ciudad, y a sus lados se extendían los antiguos muros.
    • De forma temporal se celebraba el 90 aniversario de la creación del Partido Comunista Chino

      Volvimos a cruzar al otro lado de la avenida y nos adentramos en la Ciudad Prohibida cruzando el puente sobre el Rio de Aguas Doradas, nombre que se le da a los fosos que rodean la ciudad, y pasando bajo la Puerta de la Paz Celestial.
       Este gran complejo sirvió de hogar durante casi 500 años a emperadores. Era el centro de la antigua ciudad amurallada de Beijing y alberga casi mil edificios construidos en su magnífica arquitectura tradicional. Contiene  la mayor colección de estructuras de madera del mundo y es el complejo palaciego en pie mas grande sobre la tierra. Está dividida horizontalmente en dos partes: un patio frontal al que se accede primero, utilizado para ritos ceremoniales; y un patio interior donde residía el emperador y su familia y usado para los asuntos de estado.
        El calor apretaba mucho ese día, y apenas se podían encontrar sombras. Cuando ya llevábamos la mitad del camino nos sentamos un rato a descansar y beber agua, y de repente nos dimos cuenta de una cosa que día tras día fuimos confirmando: apenas veíamos personas occidentales entre aquella multitud! Empezamos a fijarnos mejor y efectivamente el noventa y pico por ciento de los que nos encontrábamos allí tenían rasgos orientales, por lo que imaginamos que la mayor parte del turismo era local. Seguimos nuestro camino, y al poco rato una familia me pidió que les hiciera una foto (el idioma de los gestos es universal). Cuando estuvo hecha nos hacían otras señales que al principio no alcanzábamos a interpretar, porque lo que querían era hacerse una foto con Sam. Esto nos llevó a la segunda conclusión, este turismo es local y de poblaciones rurales donde posiblemente no hayan visto a una persona rubia, de ojos verdes y con pecas. Así que es posible que esas fotos estén adornando los salones de algunas casas, jaja.

      Hicimos un alto en el camino para comer y reponer algo de fuerzas y continuamos. Justo a la espalda de la Ciudad Prohibida se encuentra el Parque Jingshan (景山) que originalmente era un jardín imperial y se construyó para seguir los principios del Feng Shui por el cual la residencia debe estar bajo una colina. Es impresionante pensar que sus 45 metros de altura se alcanzaron utilizando tierra que se extrajo de los fosos del Palacio Imperial y utilizando sus propias manos y la fuerza de los animales. Tiene cinco picos que albergan un pabellón utilizado para reuniones y ocio, y que vienen muy bien para descansar y poder llegar al último y más alto, ya que el sofoco que teníamos encima empezaba a ser importante.
      Desde aquí se tiene una gran panorámica de La Ciudad Prohibida, por lo que te puedes hacer una idea de sus dimensiones.
       Por último subimos a ver la gran pagoda blanca del cercano Parque de Beihai (北海公园)que también se construyó como jardín imperial. Está rodeado por un lago que cubre mas de la mitad del parque. La pagoda ha tenido que ser restaurada dos veces debido a sendos terremotos, y guarda en su interior reliquias, secretas escrituras budistas y restos de monjes.


      Hasta el momento lo que nos estaba costando mas era encontrar sitios interesantes para comer o cenar. Por la noche intentamos ir a un teppanyaki que nos habían recomendado, así que cogimos un taxi como habíamos hecho hasta el momento. De repente, en medio de una gran avenida (la verdad que en esta ciudad las avenidas son bastante grandes y abundantes) no demasiado iluminada el taxista nos hace gestos preguntando si seguir por la avenida o donde detenerse. Nosotros no teníamos mas idea que la dirección que teníamos escrita, y dándonos cuenta que el conductor tenía la misma idea que nosotros de a donde queríamos ir decidimos bajarnos y preguntar antes de alejarnos mas. Nada mas pisar la acera nos empezamos a arrepentirnos. A esas horas por ahí no pasaba nadie. Empezamos a andar sin rumbo tratando de encontrar alguien a quien preguntar y finalmente lo conseguimos, pero sin ningún avance. Las indicaciones que nos daban las distintas personas eran contradictorias y cada uno nos enviaba por sentidos opuestos. No sabíamos donde estábamos con seguridad, pero no queríamos volvernos al hotel derrotados. Seguimos andando, estábamos casi seguros de que la calle era la correcta, pero no entendíamos los números que veíamos en los edificios no parecían seguir un orden lógico para nosotros. Finalmente y tras mucho andar, cruzar la avenida de un lado a otro (los pasos de cebra no están muy cerca en algunas ocasiones y hay que andar un rato) y preguntar llegamos a lo que mas tarde supimos que era The Place. De pasar de una avenida casi a oscuras llegamos a un gran centro comercial sobreiluminado con tiendas y restaurantes y una pantalla LED gigantesca en lo alto donde se trataba de simular estar bajo el océano. Esto fue lo primero que empezó a hacer que mi idea sobre este país comenzara a cambiar.
      Gran final para un gran día.