29 de octubre de 2007

Deporte de aventura en Chiang Mai

A pesar de las ganas que tenemos de ir a las famosas playas que tenemos alrededor, este fin de semana surgió el plan de volver a Chiang Mai única y exclusivamente a practicar deporte de aventura. Esta vez los aventureros que me acompañaron fueron: Elena y Javi (compañeros de la oficina), Fernando y Emilio que es el cónsul de España aquí en Tailandia.

Tengo que reconocer que el viaje ha sido un poco paliza. Salimos el viernes a las 8 de la tarde y cogimos un autobús VIP con el que viajamos toda la noche. El autobús estaba bastante bien. Eran tres asientos por fila en lugar de los cuatro tradicionales, los asientos eran anchos, con suficiente espacio con el de delante, el respaldo se reclinaba casi hasta la posición horizontal con un reposa pies que casi recordaba a una cama, repartieron almohadas y mantas y nos dieron una típica cena tai y un desayuno. Lo pero fue, como siempre, que el aire acondicionado estaba a todo lo que daba, por lo que pasamos bastante frío. ¿Como en un país donde la temperatura mínima es de 20ºC contrarrestan el aire acondicionado con mantas? ¿No sería mas fácil poner el autobús a unos 24 o 25 grados en lugar de a 19? En fin, contrastes.

Llegamos a las cinco de la mañana y fuimos al guest house (una especie de pensión pero mucho mas cuidado y bonito, en ocasiones tiene hasta piscina) que teníamos reservado donde dormimos hasta las ocho, ya que media hora después pasaron a por nosotros para empezar.

Todo este día lo dedicamos a hacer rafting. El problema de este deporte es que hasta que empiezas tienes que llegar a lo alto de la montaña donde empieza el río practicable, por lo que tuvimos que sufrir una hora y media de camino en furgoneta y luego media hora mas por un camino bastante complicado en pick-up. A la llegada nos dieron de comer y después empezó lo bueno.


La aventura duro algo mas de dos horas.

De vuelta a nuestras habitaciones decidimos ir a cenar a un italiano cercano para acabar en la terraza del guest house tomando unas cervezas, jugando a los chinos y disfrutando de nuestro primer espectáculo de magia por parte de nuestro mago particular de la oficina, Javi. Espero poder disfrutar de su arte es mas ocasiones antes de que se marche a finales de año, porque realmente es impresionante.

Al día siguiente de nuevo a las ocho en pie. Pensábamos que esta vez el día iba a ser menos agotador físicamente, pero al final del día descubrimos nuestro error. Yo estaba deseando subirme al quad y empezar la ruta, y no me decepcionó para nada. Otras dos horas y pico de ruta en las que incluyeron: un primer tramo por carretera que nos condujo a un camino de tierra que terminaba donde comenzaba la selva. Fue muy emocionante pasar por caminos llenos de agujeros, charcos y demás obstáculos a través de una selva preciosa.


Llegamos hasta la cima de la montaña donde había una vista muy bella de la zona.


Cuando llegamos al establecimiento de donde habíamos partido, a pesar del cansancio de brazos y piernas, me hubiera gustado haber seguido una hora mas. Intentaremos repetir en otra ocasión.

A la vuelta solo nos quedaban unas tres horas para coger el autobús de vuelta a Bangkok, así que tuvimos tiempo de dar una vuelta por el mercado de los Domingos, darnos un baño en la piscina, y ducharnos antes de dirigirnos hacia la estación.

En resumen, muy buen fin de semana, sobre todo los quads. Esperemos que la próxima salida sea definitivamente a la playa.

22 de octubre de 2007

Bangkok

Después de algo mas de dos semanas aquí, creo que es el momento de contar mis primeras impresiones sobre la ciudad.

Creo que la mejor palabra con la que se puede definir esta ciudad, y posiblemente todo el país, es "contrastes". Y por eso posiblemente sea tan difícil definir Bangkok o Krung Thep como lo llaman los tailandeses. Aquí se mezclan enormes rascacielos con edificios abandonados y medio derruidos o con wats. Una característica curiosa de estos rascacielos es que carecen de aparcamiento subterráneo, por lo que las primeras diez plantas aproximadamente están dedicadas a estacionar los vehículos, y a partir de ahí empiezan las viviendas. Los centros comerciales son bastante modernos y pueden mezclar tiendas de alta tecnología con pequeños puestos donde comprar un antiguo móvil de segunda mano.

Siguiendo con las características de la ciudad, otra cosa que te sorprende es el carácter de la gente. Yo había oído y leído mucho sobre esto, pero no terminas de comprenderlo hasta que lo ves. Son muy serviciales y amables, te cruzas con ellos por la calle y te sonríen. El otro día preguntamos a una pareja joven una dirección y como ellos no la sabían tampoco empezaron a preguntar al resto de la gente que pasaba por allí hasta que consiguieron darnos una respuesta. En España tenemos que aprender mucho de esta gente. Se toman la religión muy seriamente, y creo que es así porque es muy permisiva con muchas cosas, son muy trabajadores y puedes estar en un puesto mareándoles durante una hora y nunca te lanzarán un mal gesto ni una mala cara.

El tráfico es caótico, a ciertas horas es mejor no moverse en ningún medio que vaya por la carretera, por lo que hay que coger el Sky Train (o BTS) o el metro, pero el primero solo tiene dos lineas y el segundo una, así que muchas veces no tienes otro remedio. Antes de llegar me dijeron que aquí todo el mundo hablaba ingles, MENTIRA. Y aquí es donde mas se nota. Antes de subirte a un taxi tienes que tener muy claro que el conductor ha entendido y sabe exactamente como llegar a tu destino porque de lo contrario será capaz de tenerte una hora dando vueltas por la ciudad y bajándose del taxi para preguntar a algún compañero como llegar, y eso en las ocasiones en las que el sujeto comprende el ingles, porque normalmente se limitan a saber las cantidades que les tienes que pagar y poco mas. Lo mismo pasa en la mayoría de los establecimientos, entre los que incluyo el famoso 7eleven. Ya nos lo dijeron al principio: a esta gente no le construyas complicadas frases en ingles porque no te entenderán, y trata de ser lo mas directo y conciso, si al taxista le dices que vas a tal lugar pero quieres que te deje en otro punto porque prefieres cruzar el parque que está en medio, posiblemente te lleve al final, y cuando intentes explicarle que querías que te dejara en otro sitio no te entenderá y corres el riesgo de acabar donde empezaste. Otra recomendación que nos hicieron y que he podido constatar, es que no saben leer los mapas y muchos de ellos tampoco la escritura occidental. Al taxista le señalas donde quieres ir y se tira 5 minutos mirando plano y dándole vueltas hacia un lado y otro, y tu pensando "que hace mirando la parte de atrás del plano si solo hay anuncios y yo le he señalado otra zona?". En fin, son gente muy curiosa con la que hay que tener mucha paciencia. En estas dos semanas podría contar muchísimas anécdotas con ellos.

Una de las cosas que menos me gusta de la ciudad es la contaminación, que unida al calor hace que se haga duro caminar por la calle en algunas épocas. Mucha gente va aquí con mascarilla al mas puro estilo Michael Jackson. Lo notas en cuanto sales del trabajo y del edificio. A este aire se le une los fuertes olores provenientes de los puestos de comida.

El caminar tampoco es fácil. Excepto por el centro o calles principales, las aceras son inexistentes por lo que tienes que ir con cuatro ojos para que los coches y motos no pasen por encima tuyo. Hay pocos jardines, pero los que encuentras con muy extensos, pero tienes que desplazarte hasta llegar a ellos. El cruzar la calle es toda una aventura. Creo que solo he visto dos semáforos para peatones y cuatro pasos de cebra, así que tienes que lanzarte al pavimento y obligar a los coches a que se detengan, si esperas que se paren puedes pasar el día ahí.

Casi desde que he llegado el tiempo está siendo bastante bueno, solo ha llovido un día y ha hecho una temperatura agradable. Aquí se dice que hay tres estaciones: calurosa, muy calurosa y super calurosa. Este debe ser el país con mayor cantidad de aparatos de aire acondicionado del mundo. En cualquier lugar que entres está puesto el aire a una temperatura media de 20º, así que si estás mucho rato dentro acabas pasando frío.
Las salidas nocturnas no son muy diferentes a las europeas. Para nosotros lo mas habitual es ir primero a un curioso "bar" llamado Cheap Charlie's y tomar unas cervezas o unas copas por unos 60 BTH (1,2 euros) hasta la 1:30 que cierran. De ahí se va a alguna de las discotecas legales que abren hasta las 02:00 y finalmente acabar en una discoteca en la que el dueño es amigo del jefe de policía y cierra sobre las 08:00. Por ahora solo hemos ido a un par de lugares, así que todavía no tengo una idea clara sobre este tema.

MI EDIFICIO. Muy bien equipado: piscina, restaurantes, tiendas, supermercados, lavandería, seguridad, gimnasio, sauna, squash, .... que mas se puede pedir? Yo vivo en la planta 29 en un estudio que he heredado del anterior becario.




Es muy curiosa la cama con esa escalera, y abajo tiene como un colchón duro donde se puede dormir y sentarte a jugar a las cartas.

LA OFICINA: muy acogedora. Estamos en otro rascacielos en la planta 26 y somos unas doce personas aproximadamente. Yo comparto despacho con otra compañera desde las que se pueden ver unas estupendas vistas, incluido el edificio donde vivo que está a 10 minutos andando.
Casi todos los trabajadores son tailandeses, excepto la consejera y los becarios, y todos hablan un perfecto español. Aún no hemos tenido oportunidad de conocernos bien, pero parecen muy buena gente.

Bueno, pues hasta aquí estas primeras impresiones. Veremos si ha cambiado mi perspectiva al final del año.

17 de octubre de 2007

El gran Sirocco

Este hotel se merece un post aunque sea corto, porque en su ático se encuentra uno de los mejores y mas caros restaurantes de Bangkok, se llama Sirocco, y desde su terraza mas externa da vértigo hasta de estar apoyado en la barra del bar. También me comentaron que tienen permanentemente contratada a una meteoróloga y en caso de que se aproxime una tormenta son capaces de recoger todas las mesas de la terraza y dejarlo tal y como estaba pero en la sala cubierta de dentro en unos pocos minutos.


La foto no sale muy bien, pero merecía la pena que pusiera alguna.

Como ya os podréis imaginar el precio de una copa va acorde con la altura del edificio, pero merece la pena ir alguna que otra vez para contemplar sus vistas.

Como nota curiosa decir que antes de mi llegada vi el reportaje que hizo Paula Vazquez sobre Tailandia en el que entrevistaba a un español residente en Bangkok y que "casualmente" se encontraba esa misma noche en el restaurante. Bueno, pues he conocido a este chico y ha resultado ser un becario mas del ICEX, eso si, muy buen tio.

Fiesta del día nacional

El día nacional fue el vierners 12 de Octubre, pero la fiesta se hizo el lunes.
Como bien decía la invitación había que ir de traje oscuro, menos mal que casi el mismo día que llegue había colgado en una percha el que traje de España y estaba en buenas condiciones.

La fiesta era en el Mandarin Oriental Hotel, que es uno de los hoteles mas lujosos de Bangkok. Allí se reunían la mas alta sociedad española residente en Bangkok e invitados de otras nacionalidades como árabe, india, etc... Nada mas llegar una fila de unas seis o siete personas nos esperaba para que desfiláramos ante ellos e hiciéramos el pasa manos de rigor. Entre ellos se encontraba el embajador español, el segundo de la embajada, un alto cargo militar, el cónsul y un espía del CNI, casi todos acompañados de sus esposas. Fue un palo, porque ¿qué dices a siete personas de esta categoría?

Lo demás ya fue mucho mas relajado. Para empezar nos sirvieron un vino tinto, que como ya estaba servido desconozco de donde, que nunca pensé que iba a echar tanto de menos, y a continuación nos encontramos con un cocinero sirviendo paella!!! Así que allí nos fuimos como si nos persiguiera el diablo, pero siempre guardando la compostura. Después de dos platos de una paella mixta bastante decente para estar en Tailandia seguimos el recorrido por la sala. Había mucha comida y muy variada, pero no encontramos el jamón. Después de unos cuantos cruces acabamos hablando con una pareja muy maja. El era español y ella taiwanesa, pero se llamaba Natalia. Estuvimos bastante tiempo hablando sobre el país, costumbres, viajes,... y al final hicimos un intercambio de tarjetas.

Sobre la mitad del evento hubo un discurso del embajador seguido del himno nacional interpretado por la pequeña orquesta que había en la sala, se me pusieron los pelos de punta el oír nuestro himno tan lejos de casa.


Al final acabamos hablando con la gente que trabaja en la embajada, que resultaron ser muy majetes.
Cuando nos echaron de la sala, nos tomamos un última copa en un bar del hotel donde tenían música jazz en vivo, y de ahí a casita, que al día siguiente había que trabajar.

Otras fotos: http://picasaweb.google.com/andrescb/DANacional

15 de octubre de 2007

Chiang Mai

Ya que el Viernes fue el día de la Hispanidad, el fin de semana se adelantó y empezó el jueves con una salida para conocer mas bares. Primero fuimos a cenar al restaurante 24 horas que está al lado de casa donde no pude resistirme a una deliciosa hamburguesa con patatas fritas. No es que no me guste la comida tai, pero de vez en cuando necesitas cambiar porque al final se hace un poco repetitiva. De ahí quisimos ir al bar Cheap Charlies pero una impresionante tromba de agua se puso en medio del camino. A pesar de que el bar se encontraba a unos 100 metros tuvimos que esperar durante media hora para ver si paraba y viendo que podía durar otra hora mas decidimos coger un taxi e irnos a la primera discoteca, el Beds. Es una discoteca con una decoración muy original que va cambiando cada día de la semana y tiene dos salas con distintos ambientes. El jueves no se que tipo de día debía ser porque había un tanque en medio de la sala. Es un sitio muy bueno para tomar unas copas tranquilamente tumbado en las gigantescas camas que tiene a los lados.




Como este era una de las discos "limpias", pues a las 2:00 nos echaron con la copa en la mano, así que tuvimos que irnos al "Tunel". Este podría ser un sitio típico de cualquier ciudad europea si no fuera porque mientras estaba meando se me acerco un tailandes sonriendo mientras me miraba. Yo no sabía muy bien a que venía y ya me estaba poniendo tenso cuando de repente empecé a notar un consquilleo por mi cuello, no me lo podía creer, me estaba dando un masaje mientras meaba!!! El cuello, los hombros y la espalda. Pero la cosa no acabo ahí, despues de lavarme las manos empezó otra vez, estirandome la espalda y doblandome el cuello que hizo que me crujieran hasta los huesos de las orejas. Cansados ya de música tecno decidimos acabar la noche por segunda salida consecutiva en Spices.


Durante toda la semana habíamos estado pensando que hacer con este fin de semana tan largo. La primera idea fue la de irnos a una playa, pero el miercoles estuvo lloviendo mucho en Bangkok y decidimos cambiar. Así que nos pillamos unos billetes de avión a Chiang Mai. Es la segunda ciudad mas grande de Tailandia y es famosa por la gran cantidad de wats y por su selva.

Aterrizamos sobre las 14:00 y cuando nos bajamos del taxi una gran paz y tranquilidad se apoderó de nuestros cuerpos. Acostumbrados ya a una vida rápida y caótica como Bangkok, esta ciudad era todo lo contrario: tranquila y con mucha vegetación. Chiang Mai se compone de una parte antigua muy bonita que está rodeada de un foso de agua y una muralla y de la cual no salimos. Nuestro primer objetivo era buscar un sitio para pasar la noche, y tras visitar 3 0 4 albergues nos decidimos por uno precioso con muy poquitas habitaciones de madera y un pequeño jardín lleno de arboles y hojas que casi no dejaba ver el pasillo de entrada




Una vez resuelto el problema de la estancia fuimos a darnos un paseo por la ciudad y visitar algunos wats.
Para el Sabado y el Domingo habíamos contratado una excursión por la selva. Así que a las 8:30 de la mañana nos recogieron en unas furgonetas muy particulares.
Dos horas despues llegamos a nuestro primer destino: un pequeño poblado de mujeres jirafa. Después de esto empezo lo bueno. Primero media hora de paseo en elefante, que no dejaba de pedirte bananas que previamente habías comprado para darle durante el paseo y que si no le debas te moqueaba. Los guias debieron pensar que ya habiamos estado suficientemente tiempo sentados porque fue cuando empezó la verdadera aventura: tres horas de caminata por cuesta arriba por medio de la selva bajo una lluvia impresionante que no paró casi hasta el final y cargados con nuestros enseres. Pero merecio la pena. Al final llegamos a un pequeño poblado a unos 1500 metros de altitud donde pudimos darnos una gratificante ducha de agua fria para quitarnos el barro que llevabamos hasta en las partes mas intimas y despues una cena típica tai a base de arroz, bambú, pollo y especias picantes.




Despues de la cena nos tomamos unas cervezas a la luz de una hoguera mientras cantabamos y jugabamos a las cartas.

A la mañana siguiente tomamos un reconfortante desayuno con tostadas, preparamos las mochilas y emprendimos el camino de vuelta. En esta ocasión no nos llovio, así que el guia dicidió meternos por plena selva y por caminos que no debían ser muy transitados ya que apenas se distinguía el sendero.





Tras unas dos horas y media bajando por la selva llegamos a una preciosa cascada donde nos hubieramos bañado si no fuera porque ibamos muy por detras del horario previsto.

Una horita mas tarde llegamos a nuestra siguiente actividad. Nos pusimos el casco y el chaleco y nos lanzamos por el rio en balsa para descender el rio durante unos 45 minutos haciendo rafting.

Despues de esto un tranquilo descenso en bamboo rafting, que básicamente consiste navegar sobre unos troncos de bambú atados entre si mediante un largo palo al estilo gondolero.
Despues de intercambiar nuestros emails con los compañeros de aventura volvimos a Chiang Mai, donde aún tuvimos tiempo de visitar el mercado del domingo y algún que otro wat mas antes de coger de vuelta el avión a Bangkok
Resto de fotos en: http://picasaweb.google.com/andrescb/ChiangMai

9 de octubre de 2007

Primeros dias en Bangkok

Se que muchos de vosotros estáis deseando saber como ha sido mi aterrizaje en Bangkok, así que voy a tratar de contar las mil cosas que han pasado ya, y empezaré por el principio, antes de coger el avión.
La idea era sencilla, ir al aeropuerto y montarme en el avión que salía hacia Madrid a las 10:20, para lo que tenía que estar allí sobre las 9. Pues tenía que coincidir con la gota fría y ya cuando iba por la autovía empezó a llover, pero una cosa normal. Así que cuando llegué, facturé, me despedí y me fui a la puerta de embarque. La lluvia comenzó a ser mas fuerte y con ráfagas de viento, pero pensé que sería la típica lluvia de octubre que en media hora terminaría. Estaba bastante tranquilo porque el avión que me llevaba de Madrid a Amsterdam no salía hasta las 15:00. Pero la lluvia continuó hasta las 12:30 que nos comunicaron que vuelo se había cancelado porque el avión no pudo aterrizar en Alicante y se había quedado en Valencia. Y aquí fue cuando se torció todo. Tuve que hacer una cola de una hora en la ventanilla de AirEuropa para que me cambiaran el vuelo y otra hora buscando un vuelo disponible que hiciera Madrid-Amsterdam y Amsterdam-Bangkok. Finalmente la solución fue que me fuera a Madrid a las 19:00, durmiera en un Hotel, saliera al día siguiente hacia Amsterdam a las 10:40, esperara siete horas y finalmente me montara en el último avión que salía a las 19:30 y que solo tardaría 10 horas. Total, que salí de mi casa el jueves a las 8:30 de la mañana y llegué a Bangkok el sábado a las 13:00.

Yo pensaba que en las condiciones que iba me tiraría en la cama nada mas llegar, pero ese fue mi primer error en Bangkok. Aquí solo se descansa cuando no tienes otra opción porque tu cuerpo no responde a tu mente. Fuimos al apartamento que nos han dejado esta semana, dejamos las maletas, comimos con Santi (anterior becario y guia durante estos días) y nos fuimos a ver algunos pisos. Con solo una hora de descanso, nos vinieron a buscar para ir a casa de un Italiano donde daba una fiesta en una casa chulisima con jardín. Allí estuve hablando con tailandeses, japoneses, italianos y anteriores becarios españoles que nos contaron tantas cosas que al final ya no sabia ni como me llamaba.


Después de unos cuantos sakes, vinos y sushis nos marchamos a un bar/caraoke donde la gente se arrimaba al micro y se lanzaba a cantar, pero no es el típico caraoke español, sino que era un bar normal y corriente con un micro. Yo no me di cuenta de que la gente estaba cantando hasta que desafinó el primero. A las 2:00 cierran los bares legales aquí, así que la siguiente opción fue coger un "tuk-tuk" que te lleva gratis a la discoteca porque tiene comisión con el dueño. Después de una copa y unos cuantos bailes decidimos retirarnos muy orgullosos de nuestro primer día en la ciudad.

La tarde del día siguiente, porque ya os podéis imaginar que la mañana no la vi, hicimos nuestro primer viaje en Sky Train hasta el rio Chao Phraya donde hicimos transbordo con un bus/barco que nos acercó a la zona del Palacio Real que no pudimos visitar porque ya estaba cerrado. Pero eso no nos desanimó y nos fuimos a la calle de los mochileros, Thanon Khao San. Es impresionante, porque vas andando por una calle normal y cuando doblas la esquina las luces de los neones te aturden, y cuando vuelves en ti te das cuenta que está lleno de puestos de ropa, calzado, relojes,.... a unos precios que jamás te imaginarías en España. Paseamos un rato por allí pensando que nos compraríamos la próxima vez que pasáramos.


Cuando nuestro estomago se impuso a nuestros ojos empezamos a andar y acabamos en el MBK que es uno de los centros comerciales mas grandes de Bangkok cenando en un restaurante donde habían puestos de distintos tipos de comida: mediterránea, tailandesa, china, japonesa, vietnamita,... Finalmente nos volvimos en taxi por algo mas de 1.5 euros.



Lunes a las 8:30 de la mañana primer día de trabajo. Habían muchas cosas pendientes, así que no paré en todo el día, y para colmo a la salida del trabajo estuvimos pateando el barrio en busca de un piso, pero ya tenemos todos en el edificio donde están el resto de becarios y que está bastante bien: a 5 minutos de la oficina, piscina, tiendas, restaurante, seguridad, teléfono interno, un rascacielos,.... Yo me he quedado con el de un exbecario que está muy bien, pondré fotos cuando las haga.

Ayer, Miércoles, nos invitó la embajada al teatro porque era el festival de música y danza donde la Compañía Nacional Española de Danza hacía una representación flamenca. La representación estuvo bien pero lo mejor fue ir con entradas vip. Cuando empecé a bajar por las escaleras hacia mi asiento, pensaba que me lo había pasado porque no lo encontraba, pero era cierto, teníamos entrada de primerísima fila, vamos que si estornudaba me daba con la cabeza en el escenario. Una vez terminada la representación nos presentaron al embajador, un tio muy simpático, buenachon y cercano. Después de esto volvimos al edificio y por fin pude llevar mis maletas a la que será mi casa por un año, aunque no me ha dado tiempo a deshacerlas.

1 de octubre de 2007

El fin del principio

Bueno, pues ya ha terminado el curso y la estancia en Madrid. He vuelto a Murcia para despedirme de los amigos, la familia, terminar de arreglar algunos papeles y hacer la maleta.

Este mes y algo en Madrid ha sido genial. He conocido a gente maravillosa, y es una pena que solo hayamos tenido un mes para estar juntos y no conocernos a fondo. Tengo que reconocer que me ha quedado mucha gente con la que pasar mas tiempo, pero un mes es poco tiempo para conocer a 80 personas.

Pues el Miércoles hicimos la cena de final del curso. Estuvimos en un restaurante en La Latina donde nos prepararon mesas para el ejercito de personas que fuimos allí. La comida un poco escasa y para que no nos diéramos cuenta nos pusieron bebida hasta que nos dijeron que o nos íbamos o les llevábamos a la ruina, a eso de las 00:00.




Así que decidimos hacer un tour y conocer lo mejor y peor de la noche madrileña. Finalmente acabamos en una discoteca por la zona de Huertas. Parece que esta noche nos tenían manía, porque no hacían mas que echarnos de restaurantes, bares y discotecas.


Empezaba a amanecer, así que lo mejor a esas horas es desayunar. A pesar de lo grande que es Madrid, nos costó cerca de una hora encontrar un lugar donde nos dieran un café con unos bollos. Pero, gracias a nuestra buena vista, lo conseguimos.


Finalmente, y como no nos daba tiempo a volver a casa, nos fuimos al curso porque teníamos cosas muy importantes que hacer.

Aquí podéis ver un vídeo ilustrativo de toda la noche.


Y el viernes toco despedirnos y desear que disfrutáramos lo máximo posible cada uno en su destino. Y vuelta a Murcia.



Pues eso es todo. Creo que la próxima entrada ya será en tierras thailandesas.
Estos días tengo que ver a mucha gente de la que me tengo que despedir, así que si se me queda alguien en el tintero, que no se me enfade y que se sienta despedida desde aquí. Solo tengo 3 días y sois muchos!!!

Nos vemos en un añito!!!!