26 de noviembre de 2007

Ayutthaya y Loi Krathong

Pues otro fin de semana que se pasa y una aventura mas que llega.

Creo que esta ha sido la visita que mas me ha gustado desde que estoy en Tailandia.

El viernes salimos corriendo de la oficina porque a las dos y media cogíamos el tren que nos llevaba a Ayutthaya.

Ayutthaya fue antigua capital de Tailandia, que se ha ido trasladando a lo largo de su historia, cuando el reino de Tailandia era llamado Siam y se dice que fue la época en la que el reino llegó a su apogeo hasta que los birmanos la conquistaron.

Una vez que dejamos las cosas en el guest house cogimos un tuk tuk que nos llevó al primer templo: Wat Mahathat. Ahora ya no es un templo porque lo único que quedan son ruinas, pero es uno de los sitios más fotografiados de Tailandia, ya que posee la cabeza de un buda apresada por las raíces de un árbol.

Estábamos tan impresionados por lo que estábamos viendo que se nos hizo de noche allí dentro, y os puedo asegurar que esto se puede ver en un rato.


Después de esto y una vez que hubieron llegado el resto de la gente del grupo de Bangkok, nos fuimos a comer a un sitio muy bonito y tranquilo con vistas al templo. Luego fuimos a la feria del pueblo donde habían un montón de puestos de comida, ropa, música, ... y donde estaban proyectando una película al estilo cine de verano, solo que no habían sillas, la gente se sentaba en el suelo y era en un pequeño descampado donde la gente podía entrar y salir libremente. Que recuerdos me vinieron de la playa. También había un escenario con música en directo, pero debía ser malo hasta para ellos porque solo había un grupo de borrachos bailando (haciendo el idiota). Había mas gente en el escenario que abajo.
Y de ahí a dormir, porque al día siguiente nos levantaríamos a las 8:30 para evitar las horas de sol y poder visitar lo máximo posible.
Después de un buen desayuno en el guest house para tomar fuerzas, nos alquilamos unas bicis para ir mas rápidamente de un templo a otro. El primero fue Ratcha Burana, que se caracteriza por un gran chedi o estupa central donde fueron enterrados el rey y dos de sus hijos hasta que unos saqueadores profanaron las tumbas y se llevaron el oro que allí había.
A la salida nos encontramos con un simpático hombre que nos ofreció llevarnos a cada uno de los templos que había a las afueras de la ciudad por 500 baths (10 euros) y esperarnos el tiempo que hiciera falta en cada uno de ellos. Al principio no nos dio buena espina, pero nos enseño una libreta que tenía donde gente de distintos países habían anotado sus experiencias con él en muchos idiomas, desde el español hasta el griego, y todas buenas, así que finalmente decidimos fiarnos y fue un gran acierto.

Al primero que nos llevó fue al Wat Yai Chaimongkhon que está habitado por algunos monjes y monjas y destaca por su gran chedi y por un buda reclinado de grandes dimensiones.
De ahí nos fuimos al último wat en ruinas, luego a ver a otro buda reclinado (esa es la posición del nirvana) y por último al único wat que se salvó de la destrucción de los birmanos.
Salimos corriendo después del último templo porque el tren salia de vuelta a las 15:30. Llegamos a Bangkok una hora y media después, pero ahí no acabó nuestro día porque en Bangkok se celebraba el Loi Kratong y nos habían invitado a casa de un japones a verlo desde su terraza. Esta fiesta se celebra en honor a la diosa de los ríos y canales y consiste en dejar en el río los krathongs que son pequeñas cestas decoradas con flores, incienso y velas.
Al final llegamos pronto a la fiesta, así que tuvimos tiempo de relajarnos con una cerveza, charlar, ver la fabulosa vista que tiene desde la terraza y degustar el sushi que había preparado. Al final nos subimos en el barco privado del edificio y realizamos nuestra ofrenda a la diosa.

Y después otra carrera a casa para ducharnos y cambiarnos porque seguidamente teníamos el cumpleaños de Benedetta, una chica italiana que trabaja en la cámara de comercio de Italia. Así que fuimos por tercera vez desde que estamos en Bangkok a casa de Sandro y Federico. Estaba lleno de gente y lo pasamos realmente bien.
Gracias a dios pude llegar a casa antes que mi cuerpo dejara de responderme por el cansancio.

21 de noviembre de 2007

Feria de Propiedad Intelectual

Ya he participado en el primer evento organizado por la oficina desde que yo estoy aquí. Ha sido durante el pasado fin de semana bajo el tema de la propiedad intelectual. Se ha celebrado en el Siam Paragon que es uno de los mejores centros comerciales donde se juntan las mejores marcas en Bangkok. Puedes ver tiendas de Ferrari, Maserati, Versace, Armani, Rolex, Bang & Olufsen o puedes darte un paseo por el Siam Ocean World que es el acuario mas grande de toda Asia o simplemente ir al cine después de comer en alguno de los tropecientos restaurantes que siempre están a tope.

¿Y que tiene que ver la propiedad intelectual con nuestra oficina? os preguntareis. Pues porque se exponían productos españoles con denominación de origen como vino, queso, jamón, ... y nuestra oficina se encarga de organizar todos estos eventos en los que participa España en Tailandia.

Pero empecemos por la punta. Hicimos unos turnos par ir a la feria y a mi me toco ir el Jueves y el Sábado. El jueves solo había que ir por la tarde para montar y organizar el stand. Así que estuvimos probando la super televisión de plasma que alquilamos con los dvds, poniendo banderitas, posters, organizando los expositores y esas cosas. Nos dimos un buen tute de tres de la tarde a nueve y media, pero quedo todo bien.

Al día siguiente vino lo mejor: Cocktel de recepción anterior al día de inauguración de la feria. Había que ir de traje y corbata, así que ya lo he usado mas veces de lo que yo pensaba. Vaya un pedazo de hotel donde hicieron el cocktel. Se llama Sukhothai Hotel y es uno de los mejores de Bangkok, con multitud de salas y jardines donde hacen recepciones y demás eventos. En nuestro caso fue en un jardín precioso y nada mas llegar casi se nos saltan las lágrimas al ver el quesito, jamoncito y vinito. Casi no lo había probado desde que estoy aquí. También había comida tai que probamos y que estaba muy buena, pero he de reconocer que nos centramos en el vino y los trozos de cerdo que fueron cortando durante todo el evento.



Luego hubieron unos cuantos discursos que no nos hizo perder la concentración sobre la comida y bebida.

Cuando nos cansamos del vino y estábamos saciados de comida nos pasamos a unos cockteles de cognac que hacían y al Moët Chandon. En eso estábamos cuando conocimos a unos italianos muy majos con los que estuvimos hasta que los camareros nos daban con las escobas en los pies. ¿Porque a los españoles e italianos tenemos que quedar los últimos en irnos de los sitios? El caso es que ayudamos un poco a recoger todo aquello y nos llevamos un par de botellas de Moët Chandon que estorbaban y fuimos a bebernoslas a casa de uno de estos italianos. Para que luego digan que Bangkok es muy grande, fuimos a parar a la casa donde se hacía una fiesta la primera noche que llegamos porque uno de los italianos era compañero de Sandro que fue quien nos invito la primera vez. Así que allí estuvimos charlando y disfrutando de buen champagne.

Al día siguiente llegamos a las diez al centro comercial para empezar nuestra jornada ferial. Estuvo todo bastante tranquilo durante todo el día. Nos dimos unas cuantas vueltas por el resto de stands probando los distintos quesos, vinos y resto de cosas que nos iban ofreciendo.

El momento esperado del día era la llegada de la princesa de Tailandia que se daría una vuelta por todos los puestos. En principio nos tenían que echar del recinto para que se inspeccionara todo por seguridad a las 14:00, luego a las 15:00, a las 16:00 y finalmente nadie se fue a ningún sitio hasta que sobre las seis y media sonó el himno en el recinto y llegó la princesa. Allí estábamos todos los importadores tailandeses, la consejera comercial (nuestra jefa), el embajador de España y los dos becarios. Media hora mas tarde, la princesa pasaba por nuestro stand, se comía tres canapés mientras el embajador le explicaba y siguió su camino. No me dio tiempo casi ni ha hacerle la reverencia.

Sobre esta princesa dicen que es muy inteligente, siempre va con una libreta en la mano donde apunta todo aquello que encuentra de interés y se preocupa por los problemas del pueblo. Precisamente por eso su padre (el rey) es también muy querido en el país, siempre ha estado muy implicado en los problemas y ha implantado soluciones reales a problemas importantes. Aquí hay mucho miedo a que el rey muera porque no se sabe lo que puede pasar. Su hijo y heredero no se le tiene aprecio aquí, es el típico niño que ha nacido en una familia rica y no valora el resto, derrochando dinero por todos sitios. Así que se dice que el rey puede haber llegado a un acuerdo con sus hijos para que a su muerte se repartan las funciones y reinen los dos. Eso si, a la princesa le ha puesto la condición de que no puede casarse para reinar. Aquí no se andan con tonterías. El hermano mayor del actual rey solo reinó durante seis meses porque apareció una mañana en su cama con un tiro en la cabeza y una pistola a su lado. La versión oficial es que se suicidó, pero ¿que rey hace eso al poco tiempo de subir al trono?.

Bueno, después de esta clase de historia seguimos, aunque ya hay poco que contar. Tras el paso de la princesa se hizo la hora de cerrar el chiringuito y nos fuimos.

Ale, pues ya he visto a mi primera persona con sangre azul.

14 de noviembre de 2007

Concierto de Linkin Park


Y por fin, el domingo, llego uno de los días mas esperados desde que llegue a Tailandia. Me había comprado las entradas la primera semana de llegar y gracias a los recortes de las cabeceras del periódico The Nation que tenemos en la oficina me hicieron un 10% de descuento. Aquí no le gusta a nadie el estilo de música que hace Linkin Park así que mi única opción era ir solo, pero para estar escuchando música y saltando tampoco se necesita a gente, no? (El que no se consuela es porque no quiere, jaja).

En fin, que en el ticket de la entrada ponía que el show empezaba a las 17:00, así que salí de casa sobre las 16:30 y cogí un taxi. Conducía una mujer muy simpática que habría cumplido ya los sesenta, le expliqué que iba a un concierto de un grupo americano y luego entendí algo como que los tailandeses tenían como cuatro días de conciertos en alguna fecha determinada. Luego me dí cuenta de que no había entendido bien para nada. Tardé una media hora por la autopista.

Llegué al Impact Arena que era donde se iba a celebrar y yo tenía la impresión de que iba a ser en un centro deportivo, pero era en una gran explanada al aire libre. Esta zona tiene algunos centros comerciales y está dedicado a ferias, convenciones y eventos de este estilo. El recinto tenía dos zonas. Una primera donde se estaban las carpas donde vendían todos los productos relacionados con el grupo (camisetas, cds, dvds, ....), estaban las barras de cerveza Singha y demás cosas de entretenimiento antes de que empezara el concierto.

Estuve un rato paseando por allí con una cerveza en la mano y luego decidí entrar para ir cogiendo sitio antes de que se hiciera tarde. La zona del escenario estaba dividido en tres áreas: de la mas cercana y pegada al escenario a la mas alejada. Yo tenía entrada para la intermedia y tuve suerte de colocarme en tercera fila, pero como los tailandeses son muy pequeños no tenía ningún problema de visión. Al poco tiempo empezaron los teloneros. Un grupo tai con unas pintas un poco raras que hacían música pop-rock. El cantante iba teñido de rubio, con una camisa con dos filas de botones al estilo marinero y unos pantalones plateados. Las letras eran un poco repetitivas a pesar de que era en tai, pero no estaban mal. Estuvieron tres cuartos de hora. Cuando terminaron pensé que pronto iba a estar de vuelta en casa, pero ahí estuvo mi primer error. En lugar de retirar todo el material del grupo, solo cambiaron la batería y ante mi cara de extraño apareció otro grupo telonero. Estos también eran tailandeses y hacían una música numetal mucho mas dura y cercana al estilo de Linkin Park que los anteriores. Debían de ser conocidos porque el que tenía detrás se las sabía todas, algunas fueron cantadas por mucha gente y cuando bajaron del escenario para ver el resto de los conciertos se hicieron muchas fotos con el personal. No eran del todo mi estilo pero hicieron buen concierto.

Cuando acabaron ya estaba bien entrada la noche y era buen momento para que empezara el grupo principal, pero volví a errar. Nuevo cambio de batería y otro grupo a escena. Yo no me lo podía creer, ya tenía ganas de que empezara, y encima este grupo consistía en un moñas vestido con chaqueta americana blanca y pantalón negro muy ochentero, tupé y un bigotillo que les queda fatal a los tailandeses. Encima la música era un poquito cursi para mi gusto. La gente ya estaba cansada y se sentaba en el suelo, pero no todos cabíamos sentados. También debían ser conocidos porque la gente conocía algunas canciones. Se me hizo eterno este grupo porque no me gusto mucho.

Di gracias a Buda cuando se acabó, y cuando creía que mi desesperación después de casi tres horas esperando que empezara no podía aumentar, lo hizo aún un poco mas. A punto estuve de saltar al escenario cuando nuevamente quitaron la batería y colocaron una nueva. ME ESTAN TOMANDO EL PELO!!!??? En ese momento recordé las palabras de la mujer del taxi y las entendí. Lo que me quiso decir es que aquí en Tailandia hay cuatro grupos teloneros antes del principal. Así que cuarenta y cinco minutos mas de, para mi, el mejor grupo de todos los anteriores, pero no pude disfrutarlo bien porque mis piernas y riñones empezaban a pedir una tregua.

Al fin terminaron y ya no hubo cambio de batería, sino que lo retiraron todo. Aún tuvimos que esperar una media hora para que aparecieran en escena. Pero creo que la espera mereció la pena. La puesta en escena estaba bien, aunque no es la mejor que he visto, pero el concierto tuvo mucha fuerza y se dejaron la piel con un solo de batería incluido bastante bueno. Para mi, como siempre, el mejor fue el rapero y segundo cantante del grupo Mark Shinoda que escribe, toca el piano y la guitarra y me parece el mas músico de todos.




Duraría algo mas de hora y media que se me hicieron como veinte minutos a pesar de que hubo bis.

Luego empezó el camino de vuelta a casa. Habían muy pocos taxis y los que pasaban ya iban llenos de gente. Tardé unos veinte minutos en poder para uno libre, pero me quería cobrar 500 baths en lugar de ponerme el taxímetro. El segundo y el tercero dijeron lo mismo. Llegó un momento que no pasaba absolutamente ningún taxi, ni con ni sin gente, y un policía me recomendó que me acercara casi hasta la entrada a la autopista porque allí sería mas fácil. El primero que conseguí parar le pedí por favor que me pusiera el taxímetro porque viajaba solo y era un abuso cobrarme ese precio. Este tenía cara amable y aceptó llevarme. Como no tenía prisa le dije que no me llevara por la autopista y finalmente me cobró 180 baths.

Y eso fue todo. Un gran concierto que no olvidaré.

Ya sabéis que el resto de fotos están aquí

13 de noviembre de 2007

El mercado flotante

En esta ocasión no nos hemos alejado mucho de Bangkok porque el domingo yo tenía un concierto y además venía una nueva becaria que va al Banco Mundial aquí en Bangkok y teníamos que ir a recogerla al aeropuerto.
Así que aprovechamos para ir a ver el mercado flotante de Damnoen Saduak. Cogimos un autobús el viernes. Llegamos por los pelos porque no sabíamos muy bien los horarios y nos subimos al último. Tuvimos que viajar un rato de pie porque todos los asientos estaban ocupados hasta que pasamos unas cuantas paradas y la gente empezó a bajar. Tardamos al rededor de una hora y media en la que nos dio tiempo a dormir un poco. No sabemos porque, al bajar del autobús habían casualmente tres moto-taxis esperando y nos llevaron al resort. Aquí voy a hacer un inciso porque yo no se exactamente como llamar a este tipo de sitios. Está claro que no es un hotel, es mas bien como un hostal pero mas bonito, así que es una cosa intermedia que llamaremos a partir de ahora "resort". Bueno, el caso es que el sitio era precioso, con un canal en medio y unos puentes de madera que te permitían pasar a las dos filas de habitaciones que había a los lados.

Cuando llegamos la cocina ya estaba cerrada, así que después de dejar las mochilas en la habitación llamamos a otro moto-taxi para que nos llevara a algún sitio a comer. La verdad que la calle estaba bastante solitaria, y nos llevo a un lugar de bufete libre. Como muchas de las cosas que habían para comer no las conocíamos nos decidimos por la carne que es mas difícil fallar. Nos pusieron un artilugio para hacer la carne que consistía en una base metálica donde se alojaba el carbón con las brasas y encima un recipiente en forma de ovni. El ovalo central estaba rodeado por agua caliente y dicho ovalo tenía unos agujeros por donde salía el calor con el que se hacía la carne. La grasa de la carne caía en el agua y junto con un poco de maíz y unas hojas de no se que se convertía en una sopa muy buena. Nos pusimos las botas, y los pobres camareros aguantaron allí sirviéndonos hasta que no pudimos mas. La gentileza de esta gente no acaba aquí, ya que después de pagar se ofrecieron a llevarnos en su coche gratis de vuelta al resort, y con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

Al día siguiente a las 07:30 en pie porque a las ocho venían a recogernos para llevarnos al mercado. Nos subieron en una barca y nos llevaron hasta el mercado. A esas horas de la mañana, en barca por los canales y a una buena velocidad que nos llevaba el "marinero", se notaba bastante fresco. El mercado ha perdido el encanto que tuvo hace ya unos cuantos años. Ahora solo hay puestos de regalos y barcas con fruta o dulces típicos de la zona. Consiste en unos pocos canales en los que hay puestos en las orillas dando al canal y pequeñas barquitas donde los lugareños venden su fruta. Tu marinero se va acercando a los distintos puestos o barcas según tu le vas indicando para comprar algo. Es un paseo bastante relajado e interesante. Nos habían dicho que fuéramos al mercado justo cuando abrieran, y así lo hicimos porque una hora mas tarde el tráfico por esos pequeños canales ya se hacía complicado por la cantidad de barcos turistas con sus cámaras de fotos.

Como era pronto y aún nos quedaba mucho día por delante, decidimos volver a Bangkok por otra ruta. Primero cogimos un autobús hasta Samut Songkhram. El autobús nos dejó en medio de ningún sitio por donde solo pasaban dos grandes carreteras que estaban a medio construir. Estuvimos merodeando un poco intentando orientarnos, pero en cuanto tuvimos la oportunidad hicimos lo que mejor sabemos hacer aquí: preguntar. Gracias a eso conseguimos que un hombre nos paseara por toda la ciudad esperándonos a que acabáramos cada una de las visitas que le íbamos diciendo que queríamos visitar. La ciudad está situada en el golfo este de Tailandia y lo mas interesante de ver son algunos de sus templos y un mercado con vistas al mar. Después de comer nos dirigimos a la estación de tren donde nos encontramos con un mercado que se realiza encima de las vías del tren y que habíamos conocido anteriormente por un vídeo en Youtube. Es muy curioso porque los puestos están a los lados de la vía y la gente pasea por en medio, cuando el tren va a pasar recogen las cajas que hay encima y los toldos, y una vez que ha pasado vuelven a colocarlo todo en su sitio y siguen con su actividad. Creo que solo circula dos o tres veces al día, por eso se lo pueden permitir.


El tren era bastante rústico, con ventiladores en el techo para combatir el gran calor que hacía y unos asientos bastante incómodos, pero el paisaje merecía la pena, pasamos por un montón de pueblos y por frondosos campos. Finalmente llegamos a Bangkok muertos de cansancio pero con la sensación de haber disfrutado del viaje.

6 de noviembre de 2007

Royal Barge

La procesión del "Royal Barge" es una ceremonia religiosa y real en la que desfilan cincuenta y dos barcos manejados por 2.082 remeros, decorados al mas puro estilo del arte tailandes por el rio Chao Phraya de Bangkok. Raramente se celebra y solo en ocasiones muy especiales relacionadas con la religión o la cultura. En los últimos sesenta años sólo se ha realizado en quince ocasiones. En esta ocasión se ha realizado con motivo del ochenta cumpleaños del rey Bhumibol Adulyadej, que dicho sea de paso, se encuentra hospitalizado desde hace tres semanas y ha sido su hijo el que ha tenido que sustituirle en la ceremonia. Todo tiene su significado y está todo muy bien preparado.

Así que allá que fuimos el Lunes. Como supusimos que el tráfico iba a estar muy mal por esa zona, pensamos en coger una barca por uno de los canales que atraviesan la ciudad. Son muy curiosos. Vas a la parada, el barco llega a toda velocidad, lo amarran durante el tiempo justo para que la gente salte por la borda y se marcha hacia la siguiente parada. Después pasa un revisor andando por la borda del barco con un casco para no dejarse la cabeza al pasar por un puente bajo. Como el río está tan sucio, tienen unas lonas azules que suben al tirar de una cuerda para que no te salpique el agua. Es un método rápido y barato, y además ves otra zona de Bangkok que solo puedes ver así.
Como todo lo que tiene que ver con la casa real, en Tailandia crea mucha expectación, y el río Chao Phraya que suele tener un gran tráfico marítimo estaba calmado y solitario. En cambio en la calle todo el mundo quería acercarse y coger un sitio para ver el acontecimiento. Tuvimos que dar unas cuantas vueltas hasta encontrar un sitio que estuviera bien para verlo, pero mereció la pena. Ahí van unas cuantas fotos.

Y unos videos





Si queréis mas información podes visitar la wikipedia o ver el resto de fotos

5 de noviembre de 2007

Koh Lanta

Lo estábamos deseando, y casi después de un mes de haber aterrizado en estas tierras lo hemos conseguido. Hemos ido a la playa!!!

Ko Lanta es una isla al sur de Tailandia perteneciente a la provincia de Krabi. Consta de dos grandes islas: Ko Lanta Noi y Ko Lanta Yai, estando la primera casi deshabitada y la segunda mas al sur. Se encuentra en frente de la más conocida isla de Ko Phi Phi que fue afectada por el tsunami del 2004, aunque en mucha menor medida.

Nuestro viaje, como siempre, comenzó el viernes volando desde Bangkok hasta Krabi donde llegamos a las 18:30. El vuelo duró hora y media. En el mismo aeropuerto, a nuestra llegada, alquilamos una furgoneta al estilo grupo de rock que nos llevó hasta nuestro destino. Fueron otras dos horas y media por carretera. Pero nada mas bajar del avión nuestros ánimos se desplomaron al ver la lluvia y todo el suelo lleno de charcos que indicaba que ya llevaba tiempo haciéndolo. No paró en todo el camino, y había zonas en las que la carretera estaba casi inundada y la luz había desaparecido de la mayoría de casas y establecimientos a causa de tanta agua. Tuvimos que usar dos ferries para llegar a la segunda isla a la que nos dirigíamos. Cuando llegamos seguía lloviendo y tampoco había luz. Lo que mas nos extraño fue que parecía que la gente hubiera sido abducida por los extraterrestres, no había un alma, y nosotros llegábamos con el estómago vacío. Después de dejar las mochilas buscamos un lugar donde calmar nuestros estómagos. Tuvimos que andar por diez minutos a través una playa totalmente a oscuras y únicamente ayudados por un par de linternas. Era el bar de un resort contiguo que ya estaba casi cerrando y en el que se apiadaron de nosotros al ver nuestras caras. Nos sirvieron unos sadwiches que son supieron a gloria. Que se hace después de cenar en la playa? Pues nos sentamos en el "abandonado" bar de nuestro resort, a oscuras, y estuvimos hablando y tomando cervezas hasta que notamos que empezábamos a decir tonterías.

A la mañana siguiente lo vimos todo mas claro con la luz del día. Estábamos en el paraíso. Habíamos dormido en unas cabañas de paja, rodeados de césped y a un minuto andando de una playa casi solitaria. Estuve contemplando la playa durante diez minutos porque no podía creermelo.




Era una de esas playas de agua templada, arena fina y donde se une con la selva.

Después de pasear y bañarnos por la playa comimos deliciosa comida tai (ya os empezaréis a dar cuenta que casi es lo único que comemos aquí) porque después nos venían a recoger para llevarnos a otro resort al final de la isla.
Mereció la pena a pesar de que había vuelto a empezar a llover. El pick-up nos condujo por unos caminos de tierra bastante sinuosos hasta una bahía que pensaba que fuera difícil de superar por la anterior. Las cabañas eran de mejor calidad y tenían baño y ducha dentro, pero lo mejor era que tenían vista directa al mar y tenía un restaurante justo encima de las rocas con una terraza donde poder tumbarte a cenar. Aquí en Tailandia anochece muy pronto, al rededor de las seis, así que a pesar de que estaba ya oscureciendo y lloviendo, cuando llegamos los propios empleados del resort nos invitaron a jugar una partida de volley playa. Como siempre, mi equipo ganó. Ya estábamos mojados porque llovía otra vez con mucha fuerza, pero nos dimos cuenta de que el agua del mar estaba caliente cuando entramos. Y que se hace después de un gran esfuerzo físico? Pues una gran cena. Nos enseñaron una bandeja de pescado que habían capturado esa mañana ellos mismos, y no pudimos decir que no. Nos pusimos hasta arriba de gambones, sepia y unos pescados típicos de la zona.



Y después, unas cervezas mientras jugábamos a las películas frente a los ojos asombrados de los empleados. Me hubiera gustado saber que se les pasaba por su cabeza de nosotros.
Como sucedió anteriormente, al día siguiente tuve que frotarme los ojos y pellizcarme para creerme lo que veía. Indescriptible, una imagen vale mas que mil palabras.

Como todo lo bueno, rápido se acaba. Después de comer vuelta a la bulliciosa Bangkok.